Desde el sector azucarero centroamericano se visualiza para los niños y las niñas de la región, condiciones en las que sus derechos están debidamente protegidos, permitiéndoles crecer sanos y fuertes, con una oportunidad efectiva de estudiar y desarrollarse sanamente, así como también con la oportunidad de jugar y disfrutar de su niñez sin ser obligados a trabajar.
Para los adolescentes centroamericanos, el sector azucarero visualiza la existencia de condiciones en las que éstos puedan combinar su derecho a la educación, al entretenimiento y al descanso, con sus primeras oportunidades laborales, en circunstancias adecuadas de salud y seguridad ocupacional, en cumplimiento de los márgenes establecidos por la ley.